miércoles, 5 de enero de 2011

Duermete niño...


Con mis dos hijos he vivido la experiencia que ambos han sufrido algún trastorno de sueño (temores nocturnos y las pesadillas) que nos los dejaba dormir bien y por supuesto a nosotros tampoco.
Despertaban constantemente, había que acompañarlos hasta que se durmieran o simplemente (después de varios intentos) llevarlos a nuestra cama.

Los fantasmas o monstruos que salen de bajo de la cama o del closet, como bien lo mostraba la película Monsters Inc., son algunos de los causantes de que los niños no quieran ir a dormir o no quieran quedarse solos (sin mencionar otros manejos propios de los pequeños). Pienso que Freddy Krueger no ha ayudado mucho en esto.

Yo recuerdo haber sufridos pesadillas terribles diariamente cuando era pequeño que luego de un tiempo ya no quería que llegara la noche ni menos quería dormir. Por eso entiendo perfectamente lo que siente un niño que sufre de pesadillas o tiene miedo de quedarse sólo. Es una angustia de saber que vendrán y que no podemos hacer nada…..sólo estar despiertos o correr a protegernos donde los papás.

Probamos los espanta cucos que se enchufan, la lectura de cuentos hasta que durmieran, las flores de bach, la luz encendida, etc., etc., etc....pero finalmente aparecían estos monstruos nocturnos que asustaban a los niños.
Entonces, cansados ya, decidimos atacar el problema de otra manera: Atacar directamente a estos villanos y aniquilarlos (o al menos impedirles el acceso). Compramos en el mercado un producto que repele a fantasmas y monstruos nocturnos y les impide acercarse a los niños. Es un spray de aroma agradable que en complicidad con los niños esparcimos todas las noches en ciertos lugares estratégicos de la habitación (ventanas, puerta, bajo la cama, closet, detrás de la cómoda y en un rincón perverso de la habitación de mi hija) y luego se van a acostar tranquilamente sabiendo que sus piezas están protegidas del ataque de cualquier alimaña que pretenda invadir sus sueños.
Es maravilloso como duermen y han dejado de tener esas pesadillas y ahora ya pueden quedarse solos en sus piezas.
Juntos vencimos al enemigo.