jueves, 27 de diciembre de 2007

Carta de Cristián Warnken a su pequeño hijo

.."Llora por ti tu chupete gastado y fiel, que intentamos vanamente botar tantas veces y que ahora te espera sobre la almohada vacía..."

..."Lloran los tres cojines que tú mismo instalabas obsesivo, hasta que quedaran perfectos (y tu decías "perfecto"), adonde posabas tu cabecita llena de rulos para tomarte tu mamadera. Todos lloran, también tu piscina amada, que te vio, dichoso, nadar, ¡cómo llora desconsolada! Lloran las cosas que tocaste, los lugares donde anduviste, y lloramos nosotros, ya sin lágrimas."

Estas frases son parte de la columna de Cristián Warnken, en el Mercurio de hoy, que dedica a su pequeño hijo Clemente de dos años y nueve meses que falleció el 24 de diciembre al caer a la piscina de su casa. Es una carta emotiva, llena de dolor y reflexiones que hace este padre haciendo un repaso por la vida de su hijo y los lugares y objetos que marcaron su presencia....

Nadie quiere que estás cosas pasen, ni menos que nos sucedan a nosotros...menos aún que sucedan a nuestros hijos, a nuestros pequeñitos que tanto les falta aún vivir.....por eso, no me critiquen cuando exagero en la seguridad, cuando voy detrás de ellos para saber por dónde caminan, para revisar antes el lugar donde jugarán, por dejar en alto los remedios o las herramientas....no me critiquen si no los dejo ir a todos lados, si les pido que coman calmados (y sentados) o que dejen de hacer piruetas y saltos mortales en los muebles....

Cristián termina su carta con una pregunta desesperada que quizá nunca encuentre la respuesta....

"Entonces, ¿por qué ríes, por qué tu cara pura de niño muerto insiste en reír, mientras todos lloran sin consuelo? ¿Por qué ríes, Clemente, amor mío, dolor nuestro?..."

Columna completa en el mercurio